Camino De Shambala

Ser un guerrero no tiene nada que ver con hacer la guerra. Ya seas mujer u hombre, ser un guerrero significa simplemente que tienes el coraje de conocer quién eres, el valor de enfrentar tus miedos y la decisión de emprender el viaje interno hacia la liberación. A raíz de la invasión del Tíbet por parte de China, varios grandes maestros tibetanos comenzaron a trasladarse a Occidente divulgando la sabiduría que habían preservado hasta entonces. Uno de los primeros en conectar con nuestra cultura fue Chogyam Trungpa, quien desde 1977 hasta su muerte, en 1987, dio a conocer las enseñanzas SHAMBHALA y el camino del guerrero espiritual. En esta obra, Jeremy Hayward, amigo muy cercano del maestro y actual director de la Formación Internacional Shambhala, aporta por primera vez ejercicios e instrucciones detalladas para llevar a la práctica esa poderosa y elegante filosofía. Combinando técnicas mentales budistas y conocimientos chamánicos originarios de la China y el Tíbet, CAMINO DE SHAMBHALA enseña a desarrollar el espíritu del guerrero y a emplearlo para recorrer el camino hacia la autoliberación y la armonía con el mundo. Incluye reflexiones, anécdotas y experiencias personales que ejemplifican la práctica del camino del corazón, instruyendo en métodos para invocar poderosas energías naturales que tienen por meta la transformación personal y colectiva. CAMINO DE SHAMBHALA es una guía que consta de tres partes. En la primera, Jeremy Hayward ofrece una visión del mundo desde la perspectiva de las enseñanzas Shambhala. En la segunda, señala los obstáculos que nos impiden conocernos a nosotros mismos y descubrir la bondad básica del Universo; obstáculos cuyo fundamento esencial es el miedo. La tercera parte se centra en la acción del guerrero en el mundo y en su objetivo de hacer realidad una sociedad humana iluminada. A lo largo de todo el texto se incluyen instrucciones prácticas que enseñan a unir el cuerpo, la mente y las emociones en un todo armonioso. Según la secular filosofía de Shambhala, el propósito del guerrero no es alejarse del mundo sino hacer de él un lugar adecuado para alcanzar la iluminación, tanto la suya propia como la de los demás. Para alcanzar esta meta, las enseñanzas Shambhala incluyen todo, incluso las distracciones debidas a la profesión o a la familia, como parte del camino.